viernes, 16 de octubre de 2009

marcapasos editoras


Todavía al recordar esa ventana que revela a ojos ajenos colores de ropa interior y siluetas; surge una que otra carcajada. Nadie se imaginaba que después de tres años, aquellas líneas convergirían en lo que hoy somos. Fue un viernes por la tarde, empapado de sudor y risas. Una derrota precedía aquellas palabras nuevas, aquellas voces, aquellas precarias ideas. Ahora, tres años después, estamos frente a un computador, con alcohol en las venas e ideas frescas listas para emprender un nuevo desafío. Nos acompaña una pequeña biblioteca, tal vez algo improvisada, y un sonido de lavadora incesante que nos taladra los tímpanos. El aire es rosado y las ideas púrpuras, la imagen de un acueducto nos succiona a palabras interminables que convergen en sueños compartidos y en miradas que se entrecruzan, formando una alianza, una figura, una forma cuyas aristas son solo cuatro y se unen como imagen inexistente, como una utopía, como un “Marcapasos”.

La tradición artística falocéntrica que se respira en nuestra ciudad nos coacciona a consolidar una editorial enteramente femenina en contra posición a los esquemas. Asimismo, el escaso bagaje cultural nos obliga a presentar una opción diferente capaz de incluir diversas manifestaciones artísticas pues, queremos difundir aquello que ha permanecido oculto a los ojos de una sociedad constituida por regímenes selectivos y ópticas parametradas. Es por esto que “marcapasos” crea un intento de revelación finalizando en un nuevo grupo en el cual concentramos todas las artes, todas las visiones y todas las letras.

En este primer intento, nos enfrentamos al desequilibrio, a la desesperanza de encontrar una salida, a puertas poco razonables a la locura razonada… Todo nace con la unión de estas construcciones, del intento por captar nuevos adeptos a la lectura, no sólo literaria, sino aquellas con sensibilidad artística en general, apelando a la frescura de las palabras en combinación con las imágenes.

Esperamos la acogida de esta producción, así como también una llegada sutil pero clara al trasfondo de sus mentes, con la esperanza de revolcar sus cerebros en un camastro de arte infinito.

Les agradece


“marcapasos editoras”